ÁNGELES PARRA, DIRECTORA DE BIOCULTURA23-04-2024
“Necesitamos una transición a la agroecología urgente y eficaz”
Ángeles Parra es directora de BioCultura y presidenta de la Asoc. Vida Sana, la entidad sin ánimo de lucro (y declarada de Utilidad Pública) que la organiza. A sus 63 años, es una de las personas más imprescindibles del mundo “bio” catalán y estatal. Lleva toda una vida trabajando por la agroecología, por la salud, por el medio ambiente, por la justicia social, etc. Y, ahora, vuelve al candelero con una BioCultura que regresa a la primavera de Barcelona en el Palau Sant Jordi del 9 al 12 de mayo. La feria cumple treinta años en Barcelona (y, en Madrid, en noviembre, 40 primaveras). Se dice pronto. Ha llovido mucho desde los inicios. Hemos querido recordar con Ángeles cómo fueron aquellos primeros años de lucha por la agroecología en Barcelona y Catalunya y en todo el estado.
-¿Te acuerdas de la primera feria BioCultura en Barcelona?
-Sí. Fue en las Reials Drassanes Un lugar espectacular. Allí celebramos también el 25 aniversario con una gran gala. Hace tres décadas, el movimiento “bio” prácticamente no existía. Nos lo teníamos que inventar todo. Ahora, la etiqueta ecológica es muy bien valorada por el consumidor, pero entonces, por no haber… no había ni certificación. Fuimos nosotros, Vida Sana, los que empezamos a certificar, habida cuenta de la falta de interés de las instituciones. También hacíamos los cursos y másters para la formación de los agrónomos y profesionales del sector, que por aquellos años no existían. Después de más de 40 años de lucha, sigue siendo muy necesaria una revolución agroecológica. La agroecología es capaz de solucionar muchos de los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad. Necesitamos una transición hacia la agroecología rápida y eficaz. De lo contrario, las generaciones venideras van a sufrir mucho y vivirán en una distopía continua.
La RELOCALIZACIÓN
-¿Sin relocalización no hay futuro?
-Sí. La globalización neocapitalista ha traído muchos problemas al mundo. Necesitamos darle la vuelta a la tortilla. Al menos, para todos aquellos productos (en lo alimentario, por ejemplo) que pueden producirse localmente. Por eso hacemos mucho hincapié en la feria en que, en la medida de lo posible, el producto sea ecológico y de proximidad. Para cerrar el círculo de la ecología. Necesitamos un mundo sano, con un clima estable, con una sociedad solidaria y unos paisajes bellos y culturalmente arraigados al territorio. Justo todo lo contrario de lo que propone la globalización, que sólo globaliza el sufrimiento y la destrucción. Llevamos 40 años con BioCultura Madrid difundiendo este mensaje. Y 30 en Barcelona. Al principio, todo el mundo nos tildaba de “locos” y de “iluminados”. Hoy, las grandes empresas piratean nuestro discurso pero no para seguirlo al pie de la letra, sino para su “greenwashing” o “lavado de cara verde”.
EL MUNDO “BIO”, EN TRANSFORMACIÓN
-¿El mundo “bio” se encuentra en una profunda transformación?
-Sí. Al principio, la gente que estaba al frente de las empresas del sector, de los cultivos, etc., era gente muy activista. Hoy, la profesionalización le ha vencido al corazón. El sector está capitaneado por una generación de personas que no vivieron los principios de esta revolución y que, aunque valoran el hecho de trabajar en un universo que crea impactos positivos, tienen muy claro que todo esto tiene que ser además rentable y aspiran a tener todos unas cuentas bien saneadas. Yo echo de menos, en cierta forma, el ambiente más “rebelde” de los orígenes. Efectivamente, el mundo, en general, se está transformando, y todo lo que acontece en el mundo “normal”… le afecta también al universo orgánico. Pero hay que ver siempre el vaso medio lleno. Es muy positivo que haya tanta gente joven en el sector ecológico con tantas buenas ideas en la gestión del día a día de sus empresas y tan bien preparados con másters, idiomas, digitalización de procesos, etc.
MUNDO “BIO” EN CATALUNYA
-¿Qué características diferenciales tiene el sector ecológico en Catalunya?
-Son diversas las características del sector “bio” catalán… Aquí hay mucha producción, elaboración e importación. Es un sector muy innovador, muy dinámico, muy profesionalizado. Con gente con muchas ideas. Llegan muy pronto tendencias que se dan en otros países y se implementan con eficiencia. De hecho, aunque la primera feria BioCultura se llevó a cabo en Madrid, gracias a Don Enrique Tierno Galván, en realidad los primeros movimientos en pro de la producción ecológica y de la alimentación no contaminada se dieron en Catalunya, en Barcelona. El movimiento “bio” catalán entronca con otros movimientos que fueron muy vivaces y seguidos en Catalunya y que tenían que ver con la defensa de la Naturaleza y una idea de la salud holística y libertaria.
LUCES Y SOMBRAS
-Si pudieras cambiar algo de esta lucha tuya por la agroecología, ¿qué cambiarías?
-En todo camino hay luces y sombras. En esta vida algunas personas que se ubicaron en el sector “bio” más para satisfacer intereses personales de poder que para trabajar por el bien común y la regeneración… me decepcionaron enormemente. Pero estas crisis también te ayudan a crecer y a aprender que no hay más límites que los que te pones tú mismo. Al final, te quedas con lo mejor y lo demás lo vas olvidando. Al mismo tiempo, he vivido una gran cantidad de momentos bellísimos en esta trayectoria. He compartido de tú a tú conversaciones muy profundas y reveladoras con gente como Vandana Shiva, Edward Goldsmith, Xosé Bové, etc. Y en nuestro país, mi amistad con Nicolás Olea, Joaquín Araújo, Carlos de Prada, Dolores Raigón, y tantos hombres y mujeres (imposible citarlos a todos/as) que han vivido por y para denunciar todo lo que hace mal la gran industria química… es un bonito regalo que me da la vida.
DOS CITAS INELUDIBLES
-Este año, ¿la cita con BioCultura es más ineludible que nunca?
-Así es. Porque es bueno que la gente tenga memoria histórica. Aunque no vamos a hacer celebraciones muy locas. La gran celebración es seguir vivos después de tanto tiempo y tras todos los palos en las ruedas que nos han puesto algunas personas e instituciones. Pero aquí estamos. Durante mucho tiempo predicamos casi sin respuesta Pero llevábamos lo verdadero y lo genuino a cuestas. Y esto ha acabado calando. Hoy, el alimento ecológico ya no es sólo para minoría elitista y concienciada. Sino que, afortunadamente, el producto “bio” ya está en muchos más hogares. Llevamos cuatro décadas promocionando el alimento más sano y más natural. Pero la lucha continúa. Porque todas las amenazas que estaban ahí hace 40 años… se han transformado ahora en grandes encrucijadas para la Humanidad. Y la agroecología tiene respuestas para todas ellas. Pero necesitamos, insisto, una transición hacia lo orgánico lo más rápida posible. No hay tiempo. Por eso, BioCultura sigue pisando fuerte el acelerador. En BCN, cumple 30 años en 2024. Y, en Madrid, en noviembre, 4 décadas. La Humanidad no se puede permitir un cambio lento y cansino. Hay que actuar y hay que actuar ya. BioCultura es el gran manual del cambio. Políticos, empresarios y consumidores tienen que despertar de una vez. Es muy urgente… En Barcelona, cumplimos 30 años, sí, y, en Madrid, 40, pero hay que seguir luchando.
ÁNGELES PARRA, DIRECTORA DE BIOCULTURA
"Necessitem una transició a l'agroecologia urgent i eficaç"
Ángeles Parra és directora de BioCultura i presidenta de l'Assoc. Vida Sana, l'entitat sense ànim de lucre (i declarada d'Utilitat Pública) que l'organitza. Als seus 63 anys, és una de les persones més “imprescindibles” del món “bio” català i estatal. Fa tota una vida que treballa per l'agroecologia, per la salut, pel medi ambient, per la justícia social, etc. Torna Ángeles Parra ara al candeler amb una BioCultura que arriba a la primavera de Barcelona al Palau Sant Jordi del 9 al 12 de maig. La fira fa trenta anys a Barcelona. Ha plogut molt des dels inicis. Hem volgut recordar amb Ángeles com van ser els primers anys de lluita per l'agroecologia a Barcelona i Catalunya.
-Te'n recordes de la primera fira BioCultura a Barcelona?
-Sí. Va ser a les Reials Drassanes. Un indret espectacular. Allí vàrem celebrar també el 25è aniversari amb una gran gala. Fa tres dècades, el moviment “bio” pràcticament no existia. Ens ho havíem d'inventar tot. Ara, l'etiqueta ecològica és molt ben valorada pel consumidor, però, aleshores, per no haver-hi… no n'hi havia ni certificació. Vam ser nosaltres, Vida Sana, els que vam començar a certificar tenint en compte la manca d'interès de les institucions. També fèiem els cursos i màsters per a la creació dels professionals del sector, que per aquells anys no existien. Després de 30 anys de lluita, continua sent molt necessària una revolució agroecològica. L'agroecologia és capaç de solucionar molts dels problemes a què ens enfrontem com a societat. Necessitem una transició cap a l'agroecologia ràpida i eficaç. En cas contrari, les generacions futures patiran molt i viuran en una distòpia contínua.
La RELOCALITZACIÓ
-¿Sense relocalització no hi ha futur?
-Sí. La globalització neocapitalista ha portat molts problemes al món. Necessitem capgirar la truita. Almenys, per a tots aquells productes (alimentaris, per exemple) que es poden produir localment. Per això fem molt èmfasi a la fira en què, en la mesura del possible, el producte sigui ecològic i de proximitat. Per tancar el cercle de l´ecologia. Necessitem un món sa, amb un clima estable, amb una societat solidària i uns paisatges bells i culturalment arrelats al territori. Just al contrari del que proposa la globalització, que només globalitza el patiment i la destrucció. Portem 40 anys amb BioCultura Madrid difonent aquest missatge. I 30 a Barcelona. Al principi, tothom ens titllava de “bojos” i “il·luminats”. Avui, les grans empreses pirategen el nostre discurs però no per seguir-lo al peu de la lletra, sinó pel seu “greenwashing” o “rentat de cada verd”.
EL MÓN “BIO”, EN TRANSFORMACIÓ
-¿El món “bio” es troba en una profunda transformació?
-Sí. Al principi, la gent que estava al capdavant de les empreses del sector, dels cultius, etc., era gent molt activista. Avui, la professionalització ha vençut el cor. El sector està capitanejat per una generació de persones que no van viure els principis d'aquesta revolució i que, tot i que valoren el fet de treballar en un univers que crea impactes positius, tenen molt clar que tot això ha de ser rendible i aspiren a tenir-ne tots uns comptes ben sanejats. Jo trobo a faltar, en certa manera, l'ambient més “rebel” dels orígens. Efectivament, el món, en general, s'està transformant, i tot el que passa al món “normal”… afecta també l'univers orgànic. Però cal veure sempre el got mig ple. És molt positiu que hi hagi tanta gent jove al sector ecològic amb tantes bones idees en la gestió del dia a dia de les seves empreses i tan ben preparats amb màsters, idiomes, informàtica, etc.
LLUMS I OMBRES
-Si poguessis canviar alguna cosa d'aquesta lluita per l'agroecologia, què canviaries?
-En tot camí hi ha llums i ombres. En aquesta via, algunes persones que es van ubicar al sector “bio” ho van fer més per satisfer interessos personals de poder que per treballar pel bé comú i la regeneració… I em van decebre enormement. Però aquestes crisis també ens ajuden a créixer i a aprendre que no hi ha més límits que els que et poses tu mateix. Al final, et quedes amb el millor i als cafres els oblides. Alhora, he viscut una gran quantitat de moments bellíssims en aquesta trajectòria. He compartit de tu a tu converses molt profundes i reveladores amb gent com Vandana Shiva, Edward Goldsmith, Xosé Bové, etc. Aquí, la meva amistat amb Nicolás Olea, Joaquín Araújo, Carlos de Prada i tants homes i dones (impossible citar-los a tots/es) que han donat mitja vida per denunciar tot el que fa malament la gran indústria química… Doncs això és un bonic regal que em portaré a la tomba.
DUES CITES INEL·LUDIBLES
-Aquest any, ¿la cita amb BioCultura és més ineludible que mai?
-Així és. Perquè és bo que la gent tingui memòria històrica. Encara que no farem celebracions molt boges. La gran celebració és seguir vius després de tant de temps i després de tots els pals a les rodes que ens han posat algunes persones i institucions. Però aquí hi som. Durant molt de temps vàrem predicar gairebé sense resposta. Però portàvem a les nostres esquenes el que és veritable i el que és genuí. I això ha acabat calant. Avui dia, l'aliment ecològic ja no és només algo per a un grup social elitista i conscienciada. Sinó que, afortunadament, el producte “bio” ja és a moltes més llars. Fa quatre dècades que promocionem l'aliment més sa i més natural. Però la lluita continua. Ja ho he dit. Però és que és important. Perquè totes les amenaces que hi eren fa 40 anys… s'han transformat ara en grans problemas per a la Humanitat. I l'agroecologia té respostes per a tots aquests problemes. Però necessitem, insisteixo, una transició cap a allò orgànic el més ràpida possible. No hi ha temps. Per això, BioCultura continua pitjant l'accelerador. La Humanitat no es pot permetre un canvi lent i “cansino”. Cal actuar i cal actuar ja. BioCultura és el gran manual del canvi. Polítics, empresaris i consumidors han de despertar d’una vegada. És molt urgent… A Barcelona, fem 30 anys, sí, però cal seguir lluitant.